El Gran Teatre del Liceu de Barcelona fue uno de los pioneros en la modernización de los teatros de ópera de todo el mundo. Con la renovación de sus instalaciones y del escenario principal realizada en 2002, el teatro integró 500 pantallas Albiral plegables manualmente para las butacas con visibilidad reducida y los palcos. Era la solución ideal para las butacas desde las que no se podían leer los sobretítulos y para introducir la interpretación simultánea de los textos de las obras a otros idiomas.

Con este nuevo sistema de subtitulado, el Liceu reforzó su posición al nivel de los grandes teatros de ópera internacionales, como el Metropolitan Opera House de Nueva York, la Ópera Estatal de Viena y el Royal Opera House de Londres.

Las pantallas instaladas en aquella reforma se siguen utilizando en todas las representaciones tras 16 años de su incorporación al teatro. Los dispositivos están diseñados con un filtro especial para evitar que el brillo de los monitores interfiera con la escenografía, su nula emisión de luz no molesta ni obstruye la visión de la sala. También están equipados con una conexión de auriculares para personas con discapacidad auditiva e incluso ofrecen la posibilidad de enviar mensajes de emergencia personalizados al público.

La instalación es un claro ejemplo de las posibilidades de personalización que podemos crear, un producto totalmente a medida que encaja perfectamente con esta impresionante sala tanto estética como funcionalmente. El proyecto demostró la apuesta del clásico Liceu por las nuevas tecnologías y lo convirtió en un icono operístico más accesible que permitió al público un seguimiento más cercano de la trama y la acción de las grandes obras y artistas que actuaban en su escenario.