Una cifra sorprendente: El 180 % de las personas odia las reuniones. Vale, sí, me lo he inventado. Pero ¿alguna vez has conocido a alguien que disfrute asistiendo a reuniones?¿Alguna vez le has preguntado a un compañero cómo iba su día y te ha contestado: Oh, bien, ¡pero cómo me gustaría tener más reuniones!”?

Yo tampoco.

Lo cierto es que las reuniones son necesarias para la buena marcha de los negocios. Bien hechas, brindan un espacio productivo para la colaboración, la resolución creativa de problemas y la aparición de nuevas ideas interesantes que contribuyen al desarrollo de las organizaciones. Y también es cierto que la elección de la tecnología juega un papel primordial en la productividad de las reuniones.

La tecnología de videoconferencias ha sido una de las heroínas durante la pandemia. Gracias a ella hemos podido seguir trabajando desde fuera de la oficina y gracias a ella hemos podido seguir viendo las caras y escuchar las voces de nuestros familiares, compañeros de trabajo y amigos. Sin duda, ha sido un salvavidas para el contacto personal durante estos tiempos difíciles y no pasa un día en el que no interactuemos con Zoom, Microsoft Teams, Google Meet o cualquier aplicación similar.

Por ello, las oficinas deben transformarse en un híbrido entre lo virtual y lo físico, aprovechando lo mejor de ambas opciones, ya que el uso de las videoconferencias seguirá en boga. La oficina será el lugar al que deseemos ir y no al que estemos obligados a acudir y deberá estar equipada con tecnología funcional, fabricada con materiales seguros y sostenibles cuyos ciclos de vida sean largos, que transmita los valores corporativos de cada empresa y cree una experiencia de usuario memorable e inspiradora.

Lo decía Coco Chanel: Viste de forma vulgar y recordarán el vestido. Viste de forma elegante y recordarán a la mujer”. Lo mismo sucede en el diseño de los espacios de oficinas y, más concretamente, en los espacios de reuniones. Una mesa de reuniones desordenada, con cables a la vista, con tecnología obsoleta e intrusiva, hará que nuestra mente se distraiga en detalles que no aportan ningún valor. En cambio, una mesa bien diseñada, con la tecnología visible tan solo cuando es necesaria, construida con materiales nobles y sostenibles, preparada para facilitar la conexión con equipos remotos y personalizada para cada empresa, hará que el foco se sitúe en el mensaje, en la esencia y en el propósito del encuentro. Los asistentes a la reunión estarán más concentrados, serán más eficientes, más creativos y participarán más. Recordaremos esa reunión y ¡sí! desearemos repetir.

Descubre nuestro Dynamic4 o cómo transformar una mesa en un espacio inspirador y totalmente equipado para combinar reuniones presenciales y remotas:

https://www.arthurholm.com/product/dynamic4/

Dynamic4 permite transformar rápidamente cualquier espacio en un entorno equipado con la mejor tecnología; un entorno inspirador que fomenta la colaboración tanto presencial como remota. Es una solución completa, flexible y escamoteable que puede adaptarse a un número variable de usuarios: desde 2 hasta 8. Los participantes están orientados hacia el centro de la mesa, los monitores y sus cámaras pueden adaptar su orientación hacia el usuario logrando una posición más cómoda y natural para realizar videollamadas y presentaciones manteniendo siempre el contacto visual. Dispone de altavoces, micrófonos, puertos de conexión HDMI y USB y un ordenador integrado en el que se puede instalar cualquier aplicación de videoconferencias. Y se oculta silenciosamente el el interior de la mesa para que esta pueda utilizarse para otros propósitos.

Solicita una demostración online del producto (mail a

marketing@arthurholm.com)